FIESTA DE TODOS LOS SANTOS
Celebramos a las personas que han llegado al cielo, conocidas y desconocidas. Lo celebramos el día 1 de noviembre
Este día se celebran a todos los millones de personas que han llegado al cielo, aunque sean desconocidos para nosotros. Santo es aquel que ha llegado al cielo, algunos han sido canonizados y son por esto propuestos por la Iglesia como ejemplos de vida cristia...
Celebramos a las personas que han llegado al cielo, conocidas y desconocidas. Lo celebramos el día 1 de noviembre
Este día se celebran a todos los millones de personas que han llegado al cielo, aunque sean desconocidos para nosotros. Santo es aquel que ha llegado al cielo, algunos han sido canonizados y son por esto propuestos por la Iglesia como ejemplos de vida cristia...
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LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS
La comunión de los santos, significa que ellos participan activamente en la vida de la Iglesia, por el testimonio de sus vidas, por la transmisión de sus escritos y por su oración. Contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la tierra. La intercesión de los santos significa que ellos, al estar íntimamente unidos con Cristo, pueden interceder por nosotros ante el Padre. Esto ayuda mucho a nuestra debilidad humana.
Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. Podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero.
Aunque todos los días deberíamos pedir la ayuda de los santos, es muy fácil que el ajetreo de la vida nos haga olvidarlos y perdamos la oportunidad de recibir todas las gracias que ellos pueden alcanzarnos. Por esto, la Iglesia ha querido que un día del año lo dediquemos especialmente a rezar a los santos para pedir su intercesión. Este día es el 1º de noviembre.
Este día es una oportunidad que la Iglesia nos da para recordar que Dios nos ha llamado a todos a la santidad. Que ser santo no es tener una aureola en la cabeza y hacer milagros, sino simplemente hacer las cosas ordinarias extraordinariamente bien, con amor y por amor a Dios. Que debemos luchar todos para conseguirla, estando conscientes de que se nos van a presentar algunos obstáculos como nuestra pasión dominante; el desánimo; el agobio del trabajo; el pesimismo; la rutina y las omisiones.
Se puede aprovechar esta celebración para hacer un plan para alcanzar la santidad y poner los medios para lograrlo:
¿CÓMO ALCANZAR LA SANTIDAD?
Ser santo significa estar arraigado en dos mundos. Y lo más decisivo es esa pertenencia al otro mundo, ese ser hombre del más allá.
Para ver nuestro proceso de crecimiento interior, tenemos que mirar nuestra vida desde su meta: la santidad.
Tener el valor de empezar cada día de nuevo. No es fácil levantarse, con ánimo renovado, después de cada caída. Y tampoco es fácil pasar por alto las derrotas y decepciones personales.
Exige dejar por atrás todo lo pasado y mirar hacia el futuro. Exige orientarse de nuevo en los grandes ideales que marcan mi camino hacia la perfección.
EL ESTADO DE TIBIEZA
En concreto se trata del descuido, menosprecio o incumplimiento de nuestra vida sacramental, vida de oración, vida de Consagración a la Virgen María. Y eso se manifiesta en que por razones insignificantes dejamos de cumplirla o la cumplimos a medias. Y después buscamos autojustificarnos.
- Orando humildemente, reconociendo que sin Dios no podemos hacer nada.
- Acercándonos a los sacramentos.
LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS
La comunión de los santos, significa que ellos participan activamente en la vida de la Iglesia, por el testimonio de sus vidas, por la transmisión de sus escritos y por su oración. Contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la tierra. La intercesión de los santos significa que ellos, al estar íntimamente unidos con Cristo, pueden interceder por nosotros ante el Padre. Esto ayuda mucho a nuestra debilidad humana.
Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. Podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero.
Aunque todos los días deberíamos pedir la ayuda de los santos, es muy fácil que el ajetreo de la vida nos haga olvidarlos y perdamos la oportunidad de recibir todas las gracias que ellos pueden alcanzarnos. Por esto, la Iglesia ha querido que un día del año lo dediquemos especialmente a rezar a los santos para pedir su intercesión. Este día es el 1º de noviembre.
Este día es una oportunidad que la Iglesia nos da para recordar que Dios nos ha llamado a todos a la santidad. Que ser santo no es tener una aureola en la cabeza y hacer milagros, sino simplemente hacer las cosas ordinarias extraordinariamente bien, con amor y por amor a Dios. Que debemos luchar todos para conseguirla, estando conscientes de que se nos van a presentar algunos obstáculos como nuestra pasión dominante; el desánimo; el agobio del trabajo; el pesimismo; la rutina y las omisiones.
Se puede aprovechar esta celebración para hacer un plan para alcanzar la santidad y poner los medios para lograrlo:
¿CÓMO ALCANZAR LA SANTIDAD?
Ser santo significa estar arraigado en dos mundos. Y lo más decisivo es esa pertenencia al otro mundo, ese ser hombre del más allá.
Para ver nuestro proceso de crecimiento interior, tenemos que mirar nuestra vida desde su meta: la santidad.
Tener el valor de empezar cada día de nuevo. No es fácil levantarse, con ánimo renovado, después de cada caída. Y tampoco es fácil pasar por alto las derrotas y decepciones personales.
Exige dejar por atrás todo lo pasado y mirar hacia el futuro. Exige orientarse de nuevo en los grandes ideales que marcan mi camino hacia la perfección.
EL ESTADO DE TIBIEZA
En concreto se trata del descuido, menosprecio o incumplimiento de nuestra vida sacramental, vida de oración, vida de Consagración a la Virgen María. Y eso se manifiesta en que por razones insignificantes dejamos de cumplirla o la cumplimos a medias. Y después buscamos autojustificarnos.
- Orando humildemente, reconociendo que sin Dios no podemos hacer nada.
- Acercándonos a los sacramentos.
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