viernes, 13 de marzo de 2015

INFORMACIÓN Y FORMACIÓN PARA LA ACCIÓN ... EL PORQUE DE LA MISA EN LATÍN





3. ¿Desde cuándo se usa el latín en la Iglesia?
Hacia el año 250 de la fundación de la Iglesia, la Misa se decía en Latín en la mayor parte del mundo Romano. Incluyendo las ciudades del Norte de África y de Italia, como Milán. La Iglesia en el Imperio Occidental adoptó el latín en la Misa al rededor del año 380 del Cristianismo. El Canon de la Santa Misa en latín, como lo conocemos actualmente, ya estaba completo para el año 399 del Cristianismo. El Latín dejó de ser lengua vernácula hacia los Siglos VII y IX; sin embargo, la Misa siguió ofreciéndose en Latín porque mucha de su Liturgia ya había sido creada en esa lengua. Los Santos Padres de la Iglesia, por entonces, no vieron razón alguna para adoptar las nuevas lenguas vernáculas que estaban en desarrollo al rededor del mundo conocido. Este fue un medio providencial; por que el latín, aunque lengua muerta, sirvió como medio de comunicación en la Iglesia y a través de los Siglos. Sin duda era este el medio por el cual, Dios prometiera en el santo Evangelio, que estaría con nosotros hasta el fin de los tiempos; esto es parte del Plan de Dios para preservar a su Iglesia hasta el final.
4. ¿Qué razones tuvo la Santa Iglesia para mandar que se oficiara la Misa en Latín?
El único objetivo de San Pío V al mandar codificar la Misa, no fue sino el de la unidad de la Iglesia, la única de las razones de peso; por la que se asegura la unidad en el culto católico y se evita la disparidad de rito, el único medio era la uniformidad en el idioma, y así se preservaría no solo de cisma sino también de los errores que pudieran ser introducidos. Mandó San Pío V fuese dicha, la Misa en lo que sería en adelante el idioma oficial de la Santa Iglesia: “El Latín.”


5. ¿Cómo asegurar la perpetuidad de los ritos católicos, a través de tanta diversidad de idiomas, naciones, costumbres y que además esas mismas diferencias cambiarían a través del correr de los años?
Las razones son evidentes, había que asegurarse de que el idioma que la Iglesia tomara como oficial, no fuera modificado a través de los tiempos y los lugares; pues la historia nos demuestra que los vocablos de los idiomas cambian de significado o se introducen modismos, por el habla popular con el tiempo.
Hasta los reformistas protestantes reconocen la conexión entre las enseñanzas de la Iglesia y la Misa. Lutero creyó que eliminando la Misa, podría derrocar al papado. El y otros reformistas protestantes se dedicaron a erradicar la noción del sacrificio de sus liturgias “reformadas.” Eliminaron los altares y los crucifijos, y las lecturas de las Escrituras y los sermones remplazaron el concepto de la Real Presencia de Cristo en el Sagrado Sacramento. Esto se fue haciendo gradualmente, para que los católicos quienes, después de todo, iban a las mismas iglesias y con frecuencia tenían los mismos pastores, difícilmente se dieran cuenta de que poco a poco se iban convirtiendo en protestantes.
La repuesta sabia de la Iglesia, a todas estas incógnitas preocupantes, las soluciona adoptando una lengua que en sí misma sea inalterable, inmutable en lo esencial de sus vocablos.



6. ¿Qué lengua entre el Griego, Latín, Hebreo y el llamado Siríaco-Arameo resolvía éstas incógnitas?
El Latín ofrecía esta garantía; es por eso que se mandó, se adoptase en toda la Liturgia de la Iglesia: “El Latín lengua muerta” a excepción de los ritos católicos que tuvieran más de 200 años de existencia. Son por estas razones y no por otras, por las que se dice la Misa en Latín (lengua muerta). Como no se habla actualmente como lengua vernácula de país alguno; las palabras en Latín no cambian de significado. Por ejemplo el idioma inglés será más fácil de entender, pero a causa del habla popular, los coloquialismos, y la influencia de los regionalismos, las palabras que usamos varían de significado de un sitio a otro y de un año a otro. Como lo dijo su Santidad Pío XII de feliz memoria: “El uso del Latín”es una señal hermosa y manifiesta de la unidad, así como un antídoto efectivo contra cualquier corrupción en la verdad doctrinal” (Mediator Dei).


7. ¿Qué podemos decir de las personas que objetan que hay dificultad actualmente para entender el latín por lo que les resulta aburrida la Misa?
Es evidente, están olvidando que el acto de Adoración Supremo (Misa) no es una reunión social que sirva para halagar a los sentidos ni mucho menos un estímulo para favorecer el sentimentalismo; muy al contrario es la “Aceptación de la soberanía infinita de Dios y de sus perfecciones con la sumisión absoluta de la criatura para con su Señor y Creador. Nos encontramos por desgracia en una situación en donde los modismos y costumbres en los Idiomas se suceden una y otra vez sin interrupción; de tal manera que al cabo de solo 2 o 3 años ya no tienen el mismo significado tal o cual palabra, la prueba esta en que experimentamos cambios en la forma de hablar de las generaciones pasadas a las actuales y sin embargo lo aceptamos gustosos. Entonces, ¿ Porqué no aceptar un Idioma que además de ser Mandado por la Iglesia Católica es a la vez una garantía de seguridad que preserva a nuestra Fe Católica de todo contagio de error y de corrupción?. Para los que se quejan de no entender el latín no es sino una manera fácil de justificar su falta de piedad y de Fe y por este motivo culpan a un Idioma que facilita la unidad de la Iglesia y que además a sido Inspirado por el Espíritu Santo y por eso se conforman con el progresismo religioso de los templos actuales; condenado por la Santa Iglesia.


8. ¿ Cuál es la manera Católica de guiarnos cuando asistimos los domingos a las Misas en latín?
Existe una diversidad de Misales que traen el texto en Latín y adjunto la traducción en el idioma de cada país; recordemos que el culto de “dulía que ofrecemos a los Santos” y el culto de “latría o de adoración que es el que se tributa solo a Dios” lo hacemos conforme lo manda la Santa Iglesia y que éste solo hecho debe bastarnos para satisfacer nuestras exigencias de entender el Latín, pues aunque por el oído no lo entendamos sabemos que adoramos a Dios de la manera como quiere ser adorado, del modo, forma y medida que el Espíritu Santo a proporcionado a su Iglesia. Sus Ministros lo entienden y nos trasmiten los sentimientos de la Iglesia en cada mínimo gesto litúrgico; y basta con que ellos nos expliquen con claridad cada parte del culto oficial de la Iglesia que es: “la Liturgia” y como consecuencia el Centro de ella “La Santa Misa.”


9.- ¿Cuáles son los fines de la Santa Misa?
Recordando nuestro Catecismo; los propósitos por los que se ofrece la Misa son:
1) Adorar a Dios como Señor y Creador
2) Darle gracias a Dios por todos los favores recibidos
3) Pedir a Dios que derrame sus bendiciones sobre todos los hombres
4) Satisfacer la Justicia de Dios por los pecados que se cometen.
La Misa es, aún más, la Adoración pública ofrecida por la Iglesia entera a Dios a través de Jesucristo, quién, como el Sumo Sacerdote Eterno se ofrece de nuevo a su Eterno Padre como lo hiciera en la Cruz. Él es el Cordero de Dios, la Víctima sin mancha cuyo sacrificio lava los pecados del mundo. La Misa, es entonces el cumplimiento de la profecía: “De Levante a Poniente, grande es mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar se sacrifica y se ofrece al Nombre Mío una ofrenda pura” (Mal. I, 11).

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