El hombre no puede vivir sin una ilusión.
Los niños sueñan con ser hombres; los hombres ponen muchas veces su ilusión en cosas que los años van transformando en desengaños, de los cuales a menudo, Dios se vale para atraer al hombre hacia sí y llenar su corazón de la única ilusión que de veras satisface al alma, y para la cual no hay edades..., la ilusión de Dios.
Feliz..., mil veces feliz, la vejez llena de canas y de apagada mirada, que nada del mundo espera, y sonríe con esa alegría de la paz interior y que Dios comunica a sus amigos.
Feliz el viejo que puede decir: Casi no veo, pero ¿qué importa?, veo a la luz de la Fe las grandezas de Dios. Casi no oigo, pero ¿qué importa?, ¿acaso los hombres dicen algo?...Oigo allá en mi interior la llamada de Dios que me llama a la oración, al recogimiento, a la Santa Compunción..., eso me basta... Ya casi no me sostienen mis piernas para nada valgo..., pero ¿qué importa la pesadez de la materia, cuando se tiene dentro esa vida sobrenatural que tiene alas de querubín para volar a Dios?... ¿Qué importa la enfermedad del cuerpo, cuando vemos al Gran Médico, curar con tanta dulzura nuestra alma llena de lacras y de pecados pasados...? Cuando vemos que es el corazón el que Jesús nos pide, y ése, a pesar de los años y de las enfermedades, se lo podemos entregar con toda sinceridad… y, quien sabe, muchas veces corazón de niño en un cuerpo de viejo cargado de años.
Cuerpos que se doblan y se cansan de vivir; almas que aman Dios, eternamente jóvenes..., para el que es Infinito no hay edades.
Triste vejez la que sólo llora sus recuerdos y vive arraigada en su soledad.
Alegres años los del anciano, que sólo llora sus pecados y vive sólo de la esperanza del perdón, y ama la soledad en la que encuentra a Dios y sólo a Él.
Felices los últimos años del cristiano que suspira por el Cielo y que ve tan de cerca. Ya no le turban pasiones. Comprende la vanidad de las cosas de la tierra. No le interesan riquezas ni honores. Todo ha sido como frágil humo que ha esparcido el viento de los años y del que ya nada queda. Mira las cosas con esa serena quietud del que vive más en el Cielo que en la tierra... Verdaderamente, es feliz el viejo que de veras ama a Dios.
Últimos años de la vida ¿por qué gemir y llorar, lo que ya pasó? ¿Acaso lo que pasó es mejor que lo que te espera? No… pasaron tus días, y tus días no son nada... Pasaron tus ilusiones y tus deseos..., si los viste alguna vez cumplidos..., ¿qué quedó de ellos?, nada..., quizás amargura. Pasaron tus seres queridos, y de ellos, ¿qué queda?... Nada, sólo el recuerdo, que también como el humo, se pierde en el espacio y en el tiempo.
Miras atrás, y tus ojos apagados por los años, lloran el tiempo perdido en vanidades que no han llenado tu corazón.
Pero santa alegría la de tus últimos años, si en lugar de soñar con tu pasado, miras la eternidad que te espera, donde no hay ya mentiras, ni envidias, ni ojos cansados, y débiles miembros enfermos y envejecidos... Santa alegría la del viejo que sueña con sólo Dios, que mira a la muerte con tanta dulzura y paz interior...
El niño mira a la muerte con inconsciencia… El joven la busca a veces con generosidad y con ímpetu de deseos... El anciano la espera sereno, conforme con la voluntad de Dios... Paz, palabra muy repetida y muy poco comprendida... Paz en el alma del cristiano anciano y viejo… Paz del que espera tranquilo en la Misericordia Divina, y en la Bondad Infinita del Crucificado. ¡Verdaderamente es feliz la vejez!
Yo no sé expresar nada, ni tengo años ni experiencia, ni siquiera desengaños. Muy joven me fue indicando Jesús el camino, y no tuve tiempo de oír a los hombres; el Señor no me dejó detenerme a escuchar los halagos del mundo… Soy joven, quizás no haya empezado a vivir. Mas escucho a los viejos, respeto las canas y el cabello blanco cuando me dicen: yo pasé mi vida y mi vida fue nada... He llegado al final del viaje y sólo he aprendido una cosa: la Vanidad de todo, y que sólo Dios basta.
He escuchado al anciano que me dice: Yo también fui joven, y mis años pasaron sin darme cuenta; amé el mundo, y el mundo nada me dio; busqué la sabiduría y no la hallé ni en la guerra ni en la ciencia, ni en la bestia ni el hombre... Sólo la hallé en el Amor de Dios, y en el desprecio del mundo.
Escuché a los sabios, y escuché a los viejos..., por eso quizás tenga también algo de viejo mi corazón, y sepa comprender las palabras de un viejo abuelo que con su pelo blanco, su oído sordo, sus piernas débiles y sus ojos cansados, exclame con santa alegría: ¡Qué feliz es la vejez!
No es la vejez propiamente la que es feliz; es el corazón del viejo que ya, desasido de las cosas del mundo, sólo suspira por Dios.
Y eso en un joven también puede ocurrir.
Ni se es viejo, ni se es joven para amar a Dios... No son los años los que nos enseñan a desprendernos del mundo; para llegar a comprender las palabras del Evangelio, “Yo soy el camino y la vida”, no hacen falta muchos años, solamente basta detenerse a pensar..., y a veces también a escuchar al que sabe más que nosotros.., al sabio que en la celda medita las verdades eternas, y al viejo que, al final de su vida ,nos dice que el mundo y sus criaturas pasan, que pasa la vida, y que de todo, nada queda; que es pueril amar la vanidad y que sólo se halla la paz en Jesús; que la única verdad es Cristo, que el único tesoro es Dios, y que la única vida es Él, y sólo Él.
Ahora no digo, feliz la vejez, sino feliz el hombre joven o viejo que ha llegado a comprender, que ha llegado a amar, que ha llegado a vivir sólo para Cristo.
Venga la muerte pronto o tarde... ¿qué más da? Dios no tiene ni tiempo ni espacio limitado, es Infinito. Para Él no hay edades, no hay más que corazones que de veras sean suyos.
A nosotros no nos queda más que esperar... Esperar sin mirar atrás, sin pena de lo que pasó, sin esperar nada de los hombres y alegres de cumplir la voluntad de Dios, sea como sea y cuando sea.
La Santísima Virgen tome en sus manos mi intención al escribir. Solamente quería hacer llegar al alma de un viejo, el corazón de un joven, para demostrarle que los que aman a Dios están unidos en Él, aunque la edad los separe… Que se puede tener un alma de niño en el cuerpo de un anciano, y que se puede tener un corazón muy viejo en cuerpo de veinticinco años.
Solamente quería hacer ver, que la vejez no está sola y cuando el viejo habla de Dios y de la Virgen, siempre hay alguien que le escucha, y que, en silencio, toma sus palabras, las respeta y las guarda; son las palabras del anciano, las palabras del sabio, pues no hay más sabiduría que el llegar tarde o temprano a amar de veras a Dios y a desprenderse del mundo.
¡Felices los viejos que hablan de Dios!
¡Felices los jóvenes que les escuchan!
¿Qué más puedo yo decir?..., nada. Solamente pedir perdón de mi osadía al hablar, quizás de lo que sepa al que sabe más que yo, pero si los jóvenes debemos escuchar con respeto al viejo..., el viejo debe ser indulgente con los atrevimientos del joven..., para eso es viejo.
Y, cuando unos cansados ojos lean estas líneas, piensen que a su corazón de viejo cristiano, le comprende en sus soledades un trapense joven, que también tiene un corazón que ama a Cristo, y que exclama: ¡Felices los hombres que esperan en Dios! ¡Que la Virgen María sea siempre bendita!
Fray María Rafael; Villasandino, 30 de octubre de 1937
Visto en: http://engloriaymajestad.blogspot.com.ar/
martes, 18 de febrero de 2014
lunes, 17 de febrero de 2014
CUANDO EL EPISCOPADO ARGENTINO ERA CATOLICO
DOCTRINA Y FINES DE LA MASONERÍA*
El inmortal Pontífice LEÓN XIII, en la carta Encíclica “Humanum Genus” – condenatoria de la masonería – al afirmar que “junto al reino de Dios en la tierra, que es verdadera Iglesia de Cristo, que existe otro reino, el de SATÁN, bajo cuyo imperio se encuentran todos los que rehúsan obedecer a la ley divina y eterna y acometen empresas contra Dios, o prescinden de Él”, nos advierte que “en nuestros días todos los que favorecen al segundo de estos bandos parecen conspirar de común acuerdo y pelear con la mayor vehemencia, siéndoles guía y auxilio la sociedad que llaman de los masones. Audazmente se animan – continúa el Papa – contra la Majestad de Dios y maquinan abiertamente y en público la ruina de la Santa Iglesia, y esto con el propósito de despojar enteramente a los pueblos cristianos del beneficio que les granjeó Jesucristo Nuestro Salvador”. Más adelante dice LEÓN XIII: “Entre los puntos de doctrina en que parece haber influido en gran manera la perversidad de los errores masónicos se hallan las enormidades sostenidas por los socialistas y comunistas y los ataques contra la verdadera y genuina noción de familia cristiana, la cual tiene su origen en el matrimonio uno y indivisible, y contra la educación cristiana de la juventud y la forma de la potestad política modelada según sus principios de la sabiduría cristiana. Por eso, a ejemplo de nuestros Predecesores, hemos resuelto declararnos de frente contra la sociedad masónica, contra el sistema de su doctrina y sus intentos y manera de sentir y obra, para más y más poner en claro su fuerza maléfico e impedir así el contagio de su funesta peste. Hay varias sectas – anota el Papa – que si bien diferentes en nombre, forma y origen, se hallan sin embargo unidas entre sí por cierta comunión de propósitos y afinidad entre sus opiniones capitales, concordando de hecho con la secta masónica: especie de centro de donde todas ellas salen y adonde todas vuelven”.
“Su último y principal intento no otro que el de destruir hasta los fundamentos de todo el orden religioso y civil establecido por el cristianismo; levantando, a su manera, otro nuevo con fundamentos y leyes sacadas de las entrañas del NATURALISMO, el cual sostiene que la naturaleza y la razón humana ha de ser en todo maestra y soberana absoluta”. Luego, el Papa enumera algunos intentos masónicos por los cuales los sectarios “niegan toda divina revelación, atacan con saña a la Iglesia Católica, cuyo deber propio es guardar y defender en incorrupta pureza el depósito de las doctrinas reveladas por Dios: propugnan la separación de la Iglesiay el Estado, fomentan el indiferentismo religioso, sostienen la igualdad de todos los cultos, privan a la Iglesia de su libertad, propician la educación laica obligatoria, con exclusión de toda idea religiosa, el matrimonio civil, el divorcio absoluto y el ateísmo del estado” (Encíclica “Humanum genus).
El Presidente Perón junto al Cardenal Caggiano
*MEDIOS RECOMENDADOS EN LA ACTUALIDAD POR LA MASONERÍA*
En 1958, en la Cuarta Conferencia Internacional de la Masonería, realizada en Santiago de Chile, se manifestó que, “La Orden presta ayuda a sus adeptos para que puedan alcanzar altas jerarquías en la vida pública de las naciones”; y luego e desarrollo el temario titulado “Defensa del laicismo”. Señalóse a continuación la nueva táctica de la masonería con la que coinciden también las últimas consignas del comunismo internacional. Los masones deben procurar el laicismo en todos los órdenes y los comunistas la subversión del orden social como terreno apto para sus intentos finales. La consigna es la siguiente: “Intensificar la campaña laicista por intermedio de los diversos partidos políticos influenciados. Tratar de apaciguar la alarma de la Iglesia Católica contra la masonería evitando la acción masónica directa. Incrementar la acción conducente al quebramiento de la unidad de los movimientos obreros, para apresurar luego su copamiento. La masonería y el comunismo persiguen momentáneamente el mismo objeto en América Latina; por lo cual debe procurarse la mayor armonía en la acción, sin que aparezca públicamente su alianza”.
Una prueba de todo esto en el “Segundo Congreso Internacional por la Fraternidad Universal”.
S.E.R. Mons. Orzali
La masonería mundial y el comunismo se aprestan a realizar en la ciudad de Montevideo, el denominado “Segundo Congreso Internacional por la Fraternidad Universal”. Es éste un congreso masónico de inspiración que aspira a hacer servir los fines masónicos de “fraternidad universal” a la expansión del comunismo soviético internacional. Se realizará este congreso en los días de la próxima Semana Santa (del 26 al 28 de marzo) y se propone para“luchar por la confraternidad humana y la paz del mundo”. Dos lemas en que se ocultan sus perversas intenciones la Masonería y el Comunismo.
“El Marxismo y la Masonería tienen el ideal común de la felicidad terrestre. Un masón puede aceptar enteramente las concepciones filosóficas del marxismo”, lo afirma el gran Maestre de la Masoneríade París.
Para lograr sus fines la masonería se vale de la Alta Finanza, de la alta política y de la prensa mundial; el marxismo se vale de la revolución en lo social y económico contra la patria, la familia, la propiedad, la moral y la religión.
Los masones cumplen su fin con medios secretamente subversivos; los comunistas con medios abiertamente subversivos. La masonería mueve a las minorías políticas, sectarias; el comunismo se apoya en una política de masas, explotando los anhelos de justicia social.
*A LOS JÓVENES *
Todo argentino, pero principalmente la juventud, debe saber que Catolicismo y Masonería son términos que se contradicen y excluyen absolutamente como el CRISTO y el Anticristo. Y también debe saber que el liberalismo o laicismo, en todas sus formas, constituyen la expresión ideológica propia de la masonería.
Poco importa que muchos liberales no sean masones; hay instrumentos lúcidos e instrumentos ciegos. Lo importante es que unos y otros colaboran objetivamente en la destrucción de la Iglesiade Cristo y del orden católico de la República.
Lo que mueve toda la acción de la masonería es, en última instancia,el odio y a todo lo que lleva su nombre en las almas y en las instituciones humanas. Su objetivo final es la destrucción de lo católico y de todo lo que se fundamenta o inspira en su doctrina.
La Iglesia de Cristo ha presidido todas las fundaciones de la patria misma. Ella está presente – vigilante y actuante – en todos los hechos trascendentes y decisivos de nuestra historia. Católico es el origen, la raíz y la esencia del ser argentino. Quiere decir que atentar contra lo católico es conspirar contra la Patria.
Más todavía, la disminución de la fe en el pueblo argentino comporta a la vez una disminución de su patriotismo.
De ahí que la defensa de la Fe católica y la restauración de la Patriaen Cristo sea la forma más pura y plena de servir a la Patria. Laimpiedad masónica, por el contrario, es causa de indiferencia, desprecio y deslealtad hacia la Patria.
*A LOS PADRES Y MADRES DE FAMILIAS CRISTIANAS, asociados por Dios a su divina paternidad, que tienen en sus hijos la prolongación de sus vidas, les exhortamos a cuidar celosamente la educación de sus hijos, que son también hijos de Dios.
Frente a las insinuaciones del mal y del engañoso y falso modo de proceder de las sectas, ejerzan la patria potestad y cumplan los sagrados compromisos contraídos cuando presentaron sus hijos a la Iglesia para que fueran hechos hijos de Dios por el Bautismo.
*A TODO LOS ARGENTINOS*
A cuantos sienten en su pecho el amor ala Patria les señalamos como enemigos de nuestras tradiciones y de nuestra futura grandeza, la masonería y el comunismo que aspiran a la destrucción de cuánto hay de noble y sagrado en nuestra tierra.
DADO EN“VILLA SAN IGNACIO”, SAN MIGUEL, a veinte días del mes de febrero y año del Señor de mil novecientos cincuenta y nueve. (Se cumplen 1959-2011: 52 años de la Declaración del EPISCOPADO ARGENTINO SOBRE LA MASONERÍA).
ANTONIO CARDENAL CAGGIANO, Obispo de Rosario y Presidente de la Asamblea Plenaria del Episcopado Argentino; FERMÍN E. LAFITTE, Administrador Apostólico de Buenos Aires S. p.;NICOLÁS FASOLINO, Arzobispado de Santa Fe; ZENOBIO L. GUILLAND, Arzobispo de Paraná; ROBERTO J. TAVELLA,Arzobispo de Salta; AUDINO RODRIGUEZ y OLMOS, Arzobispo de San Juan; ANTONIO J. PLAZA, Arzobispo de La Plata;GERMINIANO ESORTO, Arzobispo de Bahía Blanca; JUAN CARLOS ARAMBURU, Arzobispo de Tucumán; RAMÓN J. CASTELLANO, Arzobispo de Córdoba; LEOPOLDO BUTELER,Arzobispo de Río Cuarto; CARLOS F. HANLON, Obispo de de Catamarca; FROILÁN FERREYRA REYNAFÉ, Obispo de La Rioja;FRANCISCO VICENTIN, Obispo de Corrientes; ENRIQUE MUHN,Obispo de Jujuy; ANUNCIADO SERAFINI, Obispo de Mercedes;JOSÉ WEIMANN, Obispo de Santiago del Estero; ALFONSO BUTELER, Obispo de Mendoza; EMILIO DI PASCUO, Obispo de San Luis; SILVINO MARTÍNEZ, Obispo de San Nicolás de los Arroyos; MANUEL MARENGO, Obispo de Azul; ENRIQUE RAU,Obispo de Mar del Plata; JOSÉ BORGATTI, Obispo de Viedma;AGUSTÍN A. HERRERA, Obispo de Nueve de Julio; MIGUEL RASPANTI, Obispo de Morón; CARLOS M. PÉREZ, Obispo de Comodoro Rivadavia; JORGE KEMERER, Obispo de Posadas;JORGE CHALUP, Obispo de Gualeguaychú; JORGE MAYER,Obispo de Santa Rosa; ANTONIO M. AGUIRRE, Obispo de San Isidro; ALBERT DEANE, Obispo de Villa María; PACÍFICO SCOZZINA, Obispo de Formosa; JOSÉ MAROZZI, Obispo De Resistencia; JUAN JOSÉ IRIARTE, Obispo de Reconquista; ALEJANDRO SCHELL, Obispo Coadjutor de Lomas de Zamora. –
DOMINGO DE LA SAGRADA FAMILIA
También esta mañana después de la Santa Misa el P. Gustavo administró el Sacramento del Bautismo a la niña Agostina Soledad Maisón Leiva.